¡Hola buen día! ¿Cómo has estado?
Ante esta pregunta hay infinidad de posibles respuestas, todo va a depender de la situación que estés viviendo y del estado físico, emocional y espiritual en el que te encuentres.
Lo que también es algo muy cierto, es que todos, en varios momentos de nuestra vida, vamos a pasar por altibajos emocionales, autosabotajes y momentos en donde nos vamos a percibir y sentir completamente “en el hoyo”, sin esperanza de salida…
¿Esto es bueno o es malo? Ni lo uno ni lo otro, simplemente es normal, eres un ser humano y lo mejor que puedes hacer es permitirte sentir.
La pregunta entonces es: ¿cuánto es “normal” sentir? ¿Qué pasa cuando estoy “sintiendo de más” y este estado emocional ya no me deja ser funcional en mi vida?
Te quiero compartir un tip muy valioso de lo que puedes hacer cuando te llegan esos “bajones emocionales”, en donde corres el peligro de atorarte:
1) Permítete sentir: Generalmente tendemos a evadir, minimizar o negar lo que estamos sintiendo. Vamos ahora a hacer algo diferente, date unos minutos para reconocer qué es específicamente lo que sientes, llámalo por su nombre, y date permiso de sentirlo, en tu cuerpo y en tu mente, con todo tu ser.
2) Agradece: Ahora que has identificado y te has permitido experimentar el sentimiento, agradécele y pregúntale qué mensaje te quiere dar. Si llegaste a sentir algún tipo de culpa “por sentirte mal”, entonces perdónate por haberte sentido así.
3) Reenfoca: Una vez completado el paso anterior, piensa y elige qué estado físico y emocional eligen experimentar y asume la responsabilidad de hacerlo real en tu vida.
Recuerda, este ejercicio, aunque parezca simple, requiere de práctica para que llegues a dominarlo. Tus emociones estás ahí para servirte, para darte un mensaje, para proporcionarte un beneficio, no para derrumbarte.
